Muerte a las plagas



Este post va a estar dedicado a un tema muy importante en la agricultura. Los insectos. Toda persona que haya cultivado algo alguna vez, sabe que las plantas tienen tanto amigos como enemigos en la naturaleza. Y queremos que sus enemigos esten tan lejos como sea posible, ¿no?. Pues bien, hay varias formas de deshacernos de ellos sin llenar nuestros vegetales de DDT (Diclorodifeniltricloroetano Clofenotano ) u otros insecticidas sintéticos que son más bien “intromisiones” en el curso natural de las cosas. Para ello, les presento a mi amiga, la “mariquita”. Este alegre insectico, de hermosa apariencia, es uno de los depredadores de insectos más voraces (ajá, son carnivoras). Tan solo uno de ellos puede llegar a comerse una colonia entera de pulgas de plantas o alguna otra molestia, como huevos de mariposa (que se vuelven horugas y adiós cultivo) u otro insecto parecido. No son dañinos para los humanos y además añaden una excelente decoración. Pero las mariquitas solo son un ejemplo de control biológico. Se pueden introducir también avispas, o muchas otras clases de insectos que ayudan a esto mismo. Sin embargo, si lo que quieren es rociar sus plantas, aquí les tengo una alternativa 100% orgánica. Tomen la cáscara de 12 limones, hiervanlos en un litro de agua por 10 minutos, dejen enfriar, filtren y rocien (si añaden una cucharadita de jabón biodegradable mejora la efectividad). Además, huele delicioso :). El elemento activo es un químico llamado d-limonene, que se encuentra en el aceite de la cáscara del limón y la naranja, funciona diluyendo el exoesqueleto de los insectos y bloqueando su respiración. Como pueden ver, la naturaleza nos brinda todas las armas que necesitamos para luchar en contra de sus propios soldados.

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