Unos de los elementos esenciales para el desarrollo de las plantas es el fósforo. Comunmente asimilado como ión fosfato PO4(—), hidrogeno fosfato HPO4(–) o dihidrogeno fosfato H2PO4(-) este elemento lleva a cabo muchas funciones importantes en una planta. Suele creerse que la planta tiene preferencia a utilizar alguno de estos iones sobre otro dependiendo del pH pero la verdad, es que no es lo que la planta escoge sino lo que esté diponible, pues a diferentes valores de pH , cambia la distribución de especies del ácido fosfórico (H3PO4) y se hacen más comunes unos iónes que otros. El fósforo incrementa la resistencia a enfermedades de las plantas, es necesario para el desarrollo de las raices y en general, una planta con fósforo es una planta feliz. El problema es que en climas frios, como el de mi ciudad, las plantas en sistemas hidropónicos pierden la habilidad para adquirir el fósforo de manera eficiente pues las reacciones enzimáticas necesarias se hacen demasiado lentas a esta temperatura (hasta 6°C a veces). Aún siendo correcta la concentración, se observan síntomas de deficiencia. Acumulación de pigmentos morados en las hojas, crecimiento lento y demás. Yo no lo sabía, lo tuve que aprender de la experiencia. Y lo peor, es que esto me llevó a cometer otra primiparada. Obviamente, lo instintivo cuando hace falta fósforo es poner más, ¿cierto?. Pues, resulta que cuando uno añade más fósforo, el ión fosfato compleja al hierro en el agua y ocasiona una deficiencia de hierro (lo bueno es que el complejo se destruye conforme se absorve el fósforo, o sea que el problema se resuelve con el tiempo). Total, yo era conciente de este fenómeno por mis conocimientos en química y entonces no añadí más hierro cuando esto ocurrió. ¿La solución?, tenía una. Esta era calentar la solución nutritiva a una temperatura aceptable, con un costo aproximado de 1kW/h diario. No era aceptable. Entonces, se me iluminó el cerebro, decidí instalar un termómetro en mi tanque de almacenamiento (ya les conté sobre el aparato) y revizar la temperatura cada vez que regaba el las plantas. Total, mejoré las horas de riego para lograr que las plantas tuvieran su periodo de abundancia de nutrientes en las horas en que la temperatura es más aceptable. Obviamente, el problema que les comenté no es válido para plantas en tierra (pues tienen hongos que formas una simbiosis con las raices y les ayudan a captar hierro) ni para plantas nativas de climas frios que obviamente cuentan con mecanismos para evitar estos problemas.